El gobierno de Iván Duque busca que Colombia mantenga su liderazgo en exportación de aceite de palma. Los subsidios se orientarán a la prevención y control de las principales enfermedades que afectan a la industria.
La industria de aceite de palma en Colombia, que anualmente exporta más de 580 mil toneladas a mercados como Países Bajos, México y España, corre con vientos a favor. La línea especial de crédito, Bioseguridad y Control de Enfermedades, que aprobó el Gobierno permitirá mitigar la afectación de los cultivos gracias a que atacará la Pudrición del cogollo (PC) y la Marchitez letal (ML).
“Para nosotros es un hito importante. Destacamos que se considere no solo aspectos de manejo curativo, sino también preventivo. Esperamos que muy pronto, estamos hablando de la otra semana, el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro) emita los documentos que regulen este crédito de Bioseguridad y Control de Enfermedades”, señaló en conversación con Redagrícola Alexandre Cooman, director general de Cenipalma, uno de los centros de investigación con más reconocimiento a nivel mundial. La línea de crédito otorgará subsidios diferenciados, de 4%, 3% y 2% efectivo anual, según tipo de productor.
La PC y la ML son las principales amenazas de la palmicultura colombiana. Los primeros síntomas en el caso de la PC se expresan por la aparición de un color amarillamiento y clorosis en las hojas jóvenes, luego se observan pudriciones bajos los foliolos de las hojas de las flechas que se extienden por el contacto de los foliolos unos con otros, anota el investigador Hubert De Franqueville, del centro especializado en investigación agronómica CIRAD. La pudrición hace que se emita un olor fétido.
Por su parte la ML, enfermedad que ha sido identifica en la zona central y oriental de Colombia, se expresa a través de hojas afectadas en todos los niveles del follaje de la palma de aceite, foliolos que se necrosan por los bordes y una nervadura central que se ve acompañada de una franja amarilla, hojas que se van secando, desprendimiento de frutos en racimos inmaduros y corona de racimos que presentan necrosis en la base de los frutos sin producir olor fétido, según Cenipalma.
Las líneas de créditos que aprobó el gobierno a inicios de marzo podrán ser utilizadas tanto en la prevención de las enfermedades, como en la eliminación y renovación de plantaciones afectadas por estos problemas fitosanitarios. “Acá no se trata de financiar un capital de trabajo normal, sino financiar por ejemplo adecuaciones en plantaciones, drenaje para evitar el exceso de agua. Eso es importante para [evitar] la PC. La adquisición de maquinaria, de plaguicidas, el capital de trabajo para la eliminación de cultivos afectados por la ML también puede ser elegible”, explicó Cooman, de Cenipalma.
Para prevenir la PC se debe realizar monitoreos periódicos observando el cogollo de las palmas para identificar los primeros síntomas. Según Nicolás Álvarez, investigador de la Universidad Nacional de Colombia, el seguimiento en plantaciones de palma se puede dar a través del uso de imágenes diagnósticas provenientes de sensores remotos en plataformas aéreas no tripuladas (RPAS). Ello además contribuiría a reducir el tiempo en la identificación de los síntomas iniciales de la enfermedad, alcanzar mayor cobertura en área y reducir los costos relacionados al monitoreo de este problema.
A la par, Cenipalma y CropLife Latin America, organización gremial que representa a la Industria de la ciencia de los cultivos, sugieren que para combatir la PC se incluya un adecuado drenaje del suelo, ya que el exceso de agua predispone a la aparición de esta enfermedad. También recomiendan la aplicación de fertilizantes o de materiales destinados a mejorar la calidad del suelo, así como una nutrición balanceada en las diferentes etapas de cultivo. Esto sumado a la incursión de los cultivos híbridos interespecíficos OxG son la mezcla perfecta para derrotar la PC. En el caso de cultivos que están en zonas con alta incidencia de la PC, el enfoque estará orientado al control de plagas y en cómo se recupera las palmas afectadas al remover algo de tejido enfermo, ello ayuda a la generación de nuevas hojas sanas.
Para el manejo de la ML el ingeniero agrónomo Mauricio Arango propone el control de gramíneas y establecimiento de coberturas, bien sea con plantas leguminosas u otras especies que no sean hospederas de H. crudus –insecto que trasmite la enfermedad- e impidan su normal desarrollo; el diagnóstico temprano y la eliminación inmediata de las palmas infectadas. “Para lograr un buen impacto en el control de este insecto, los insecticidas se deben aplicar al follaje de las palmas en épocas de abundancia de adultos”, remarca Cenipalma. Para las zonas de alta incidencia se recomienda la implementación de un programa de control químico, que permita reducir las poblaciones del insecto vector.